Proverbios sobre la vida y la conducta
1Del corazón del hombre surgen los planes,
pero del Señor proviene la respuesta de la lengua.
2Según el hombre, todo camino es limpio,
pero el Señor pondera los espíritus.
3Encomienda al Señor tus acciones,
y tus pensamientos serán afirmados.
4El Señor lo ha hecho todo para sí mismo;
¡hasta el impío está hecho para el día fatal!
5El Señor aborrece a los de corazón altivo,
y es un hecho que no quedarán impunes.
6El amor verdadero perdona el pecado;
el temor del Señor aparta del mal a los hombres.
7Si el Señor aprueba los caminos del hombre,
hasta sus enemigos hacen la paz con él.
8Es mejor lo poco del justo
que los muchos frutos del injusto.
9El corazón del hombre pondera su camino,
pero el Señor le corrige el rumbo.
10El rey tiene el veredicto en sus labios;
no hay error cuando emite la sentencia.
11Las pesas y medidas justas son del Señor;
todas las balanzas son su propia creación.
12Es repugnante que los reyes cometan el mal,
porque el trono se afirma en la justicia.
13Es grato que los reyes hablen con justicia,
y que amen a los que dicen la verdad.
14La ira del rey es heraldo de muerte,
pero el que es sabio sabe evitarla.
15El rostro alegre del rey es presagio de vida;
su favor es una nube cargada de lluvia.
16Ganar sabiduría e inteligencia
es mejor que adquirir oro y plata.
17Los hombres rectos se apartan del mal camino;
quien cuida sus pasos, cuida su vida.
18La soberbia precede al fracaso;
la arrogancia anticipa la caída.
19Es mejor ser humilde entre los humildes
que compartir despojos con los soberbios.
20El que atiende a la palabra, halla el bien;
¡dichoso aquel que confía en el Señor!
21Al de corazón sabio se le llama prudente;
los labios amables aumentan el saber.
22Tener cordura es tener la fuente de la vida;
a los necios los castiga su propia necedad.
23El sabio de corazón habla con prudencia,
y a sus labios añade sabiduría.
24Las palabras amables son un panal de miel;
endulzan el alma y sanan el cuerpo.
25Hay caminos que el hombre considera buenos,
pero que al final resultan caminos de muerte.
26El trabajador se afana para calmar su apetito;
su estímulo es llenarse la boca.
27El que es perverso escarba en el mal;
hay en sus labios una llama de fuego.
28El que es perverso provoca contiendas;
el chismoso aparta a los mejores amigos.
29El que es violento adula a su prójimo
y lo hace andar por el mal camino;
30cierra los ojos y hace planes malvados,
mueve los labios y consuma el mal.
31La vejez es la corona de una vida honrada,
y se la halla en el camino de la justicia.
32Ser paciente es mejor que ser valiente;
es mejor dominarse uno mismo que tomar una ciudad.
33Las suertes se echan en el regazo;
pero el resultado depende del Señor.