Pacto de Dios con David
Masquil de Etán ezraíta.
1Por siempre alabaré la misericordia del Señor;
de una generación a otra, mis labios exaltarán tu fidelidad.
2Por siempre afirmaré que tu misericordia
se mantendrá firme en los cielos,
y que en ellos se afirmará tu verdad.
3Tu dijiste: «He hecho un pacto con mi escogido.
A mi siervo David le hice este juramento:
4“Confirmaré tu descendencia para siempre,
y afirmaré tu trono por todas las generaciones.”»
5Señor, los cielos celebran tus maravillas;
la congregación de los santos proclama tu verdad.
6¿Quién, Señor, se iguala a ti en los cielos?
¿Quién, Señor, se te compara entre los dioses?
7¡Dios temible en el concilio de los santos!
¡Dios grande y terrible sobre cuantos lo rodean!
8Poderoso Señor, Dios de los ejércitos,
¿Quién como tú? ¡Tu fidelidad te rodea!
9Tú dominas la violencia del mar;
cuando sus ondas se agitan, tú las sosiegas.
10Tú aplastaste a Rajab y lo heriste de muerte;
con tu brazo poderoso dispersaste a tus enemigos.
11Tuyos son los cielos, tuya también la tierra
y el mundo y su plenitud, pues tú lo fundaste.
12Tú creaste el norte y el sur;
los montes Tabor y Hermón alaban tu nombre.
13Tuyo es el brazo poderoso;
fuerte es tu mano, y exaltada tu diestra.
14Tu trono se basa en la justicia y el derecho;
la misericordia y la verdad son tus heraldos.
15¡Dichoso el pueblo que sabe aclamarte,
y que anda, Señor, a la luz de tu rostro!
16En tu nombre se alegrará todo el día,
y en tu justicia será enaltecido.
17Tú eres la gloria de nuestro poder;
por tu buena voluntad acrecientas nuestra fuerza.
18Tú, Señor, eres nuestro escudo;
tú, Santo de Israel, eres nuestro rey.
19En una visión dijiste a tus santos:
«He brindado mi apoyo a un guerrero;
he escogido a un joven de mi pueblo.
20He encontrado a mi siervo David,
y lo he ungido con mi santa unción.
21Mi mano estará siempre con él;
mi brazo siempre lo fortalecerá.
22No lo sorprenderá el enemigo,
ni le hará daño ningún malvado;
23más bien, él derrotará a sus enemigos
y herirá de muerte a los que lo aborrecen.
24Mi verdad y misericordia estarán con él,
y su poder será exaltado en mi nombre.
25Con su mano izquierda dominará sobre el mar,
y con su mano derecha dominará sobre los ríos.
26Él me dirá: “Tú eres mi padre.
Eres mi Dios, la roca de mi salvación”,
27y yo lo declararé mi primogénito,
¡el más excelso de los reyes de la tierra!
28Siempre seré con él misericordioso,
y mi pacto con él se mantendrá firme.
29Su descendencia permanecerá para siempre,
y su trono durará mientras el cielo exista.
30»Pero si sus hijos se apartan de mi ley
y no andan conforme a mis decretos,
31si transgreden mis estatutos
y no cumplen mis mandamientos,
32yo los castigaré por su rebelión;
¡los azotaré por sus iniquidades!
33»Pero no apartaré de David mi misericordia,
ni faltaré a mi verdad.
34No me olvidaré de mi pacto,
ni me retractaré de lo que he prometido.
35Una vez he jurado por mi santidad,
y no le mentiré a David.
36Su descendencia permanecerá para siempre;
su trono estará ante mí, como el sol;
37firme para siempre, como la luna;
¡como un testigo fiel en el cielo!»
38¡Pero tú has rechazado a tu ungido!
¡Lo has menospreciado! ¡Te has enojado con él!
39Has roto el pacto con tu siervo;
¡has echado por tierra su corona!
40Has derribado todas sus murallas;
¡has destruido sus fortalezas!
41Todos los que van por el camino lo saquean;
los pueblos vecinos se burlan de él.
42Has exaltado el poder de sus enemigos;
has alegrado a todos sus adversarios.
43Le quitaste el filo a su espada,
y no lo levantaste en la batalla.
44Pusiste fin a su motivo de orgullo,
y echaste por tierra su trono.
45Has acortado los días de su vida,
y lo has cubierto de vergüenza.
46Señor, ¿hasta cuándo seguirás escondido?
¿Arderá tu ira para siempre, como el fuego?
47Recuerda que mi vida es muy breve;
¿Por qué creaste tan frágil al género humano?
48¿Quién puede vivir sin ver la muerte?
¿Quién puede salvarse del poder del sepulcro?
49Señor, ¿dónde están tus misericordias de antaño,
que una vez juraste a David por tu verdad?
50¡Acuérdate, Señor, del oprobio de tus siervos,
del oprobio de muchos pueblos, que llevo en el pecho!
51Tus enemigos, Señor, nos han deshonrado;
¡tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido!
52¡Bendito sea el Señor para siempre!
¡Amén, y Amén!